En México al igual que en algunos países de Centroamérica, es muy conocida la leyenda del cadejo, quien es un espectro sobrenatural que se aparece en las noches a las personas que andan deambulando solas por las calles.
De acuerdo con algunas versiones, el Cadejo es un animal en forma de perro gigante de color negro con unos tenebrosos ojos rojos que parecen emanar bolas de fuego y generalmente se aparece a las personas que andan vagando en estado de ebriedad por la noche.
De igual manera, se sabe que existe otro cadejo en color blanco, el cual se rumora, es un ser con buenas intenciones que se encarga de cuidar y proteger de ladrones e incluso de otros espectros malignos como la siguanaba o la llorona a aquellas personas que andan por las calles pasada la media noche.
Pero no todos son dignos de ser resguardados por el cadejo blanco, ya que solo se acerca a los humanos de buenos sentimientos e intenciones; sin embargo, la gente no lo puede ver y solo es posible que sientan su presencia.
A pesar de que la existencia de este ser mitológico proviene desde épocas prehispánicas, unos afirman que se trata de personas que a través de conjuros y extraños rituales logran convertirse en animales gigantes y con ello atemorizan a los pueblos.
Te puede interesar La Cihuacoatl o Llorona
La Leyenda del Cadejo
La siguiente historia proviene del estado de Chiapas y nos cuenta la experiencia de unos trabajadores que en su momento de descanso se llevaron un gran susto.
Todo comenzó en una mañana calurosa, cuando Juan y su compadre se marcharon de su casa con rumbo hacia la hacienda de Don Miguel, pues cada semana laboraban arduamente en ese lugar para llevar el sustento a sus casas.
Ese día la faena había sido agotadora, por lo que los hombres exhaustos decidieron calmar su sed con unos tragos de pulque y después de varias horas de convivencia, terminaron ebrios, así que decidieron marcharse directamente a descansar en sus hamacas de pitas coloradas.
Cuando el reloj marcó las doce de la noche en punto, un extraño silencio invadió la zona y de entre la maleza que cubría la zona, surgió un horrible animal en forma de perro feroz que se abalanzo directo sobre el compadre de Juan.
El señor al darse cuenta del perro, lanzo un grito desesperado y con ello se despertaron los demás trabajadores que poco a poco fueron acercándose con machetes y palos a donde se veía la silueta de la bestia.
Todos al observar la escena empezaron a murmurar que era el Cadejo e inmediatamente Juan lleno de valor asestó el primer golpe al lomo del perro y posteriormente los demás le siguieron, pero grande fue su sorpresa al ver que el perro no sufría de alguna lesión y en vez de debilitarse, parecía que cada golpe incrementaba su fuerza.
Los hombres llenos de miedo empezaron a decir unas plegarias y al incrementar el tono de éstas, el animal se empezó a detener como si los rezos le causaran alguna clase de daño. No paso mucho tiempo cuando la feroz bestia se alejo desesperada entre los arbustos, perdiéndose en las sombras de la noche.
Esa experiencia fue suficiente para que Juan y su compadre ya no quisieran tomar tanto como al grado de emborracharse.
Dejar una contestacion