Innumerables son las veces en que alguien cercano a nosotros, ya sea un familiar, un amigo e incluso hasta uno mismo sufre lo que comúnmente llamamos la subida del muerto.
Para algunos ese fenómeno es ocasionado por la presencia de un espectro de baja vibración que pretende tomar parte de nuestra energía o hacernos algún daño; mientras que, para los más escépticos, esto forma parte de lo que la ciencia denomina parálisis de sueño.
La ciencia explica la subida del muerto
La parálisis de sueño de acuerdo con algunos estudios consiste en la incapacidad de realizar cualquier movimiento voluntario, lo cual va a acompañado de una sensación de angustia ante la impotencia de literalmente no poderse mover.
Generalmente la parálisis del sueño sucede cuando estamos a punto de dormir o despertamos, lo que provoca que estemos en un plano semi consciente de nuestro cuerpo.
Durante los segundos o minutos que dura este fenómeno que coloquialmente llamamos subida del muerto, las personas intentan hablar, gritar o moverse pues tienen una sensación de pesar sobre una parte específica del cuerpo, la cual la mayoría de las veces es en el pecho.
Sin embargo, esta sensación de pesadez es solo parte de un trastorno del sueño que los especialistas relacionan con la parasomnia, la cual es un grupo de alteraciones que se producen durante alguna fase del sueño y que pueden ir desde sonambulismo, terrores nocturnos, pesadillas o un despertar confuso.
Aun cuando la ciencia ha tratado de dejar lo más claro posible la evidencia de por que tenemos esa terrible sensación al momento de dormir, hay personas que aseguran ver o escuchar cosas durante esos momentos de la subida del muerto.
Por lo que en el Umbral de lo Desconocido te traemos dos historias de nuestros suscriptores relacionados con este terrible padecimiento que conocemos como subida del muerto.
La primera anécdota es de Erika, una joven que nos cuenta la horrible experiencia que vivió hace un par de años atrás.
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Ella acababa de dar a luz a una linda bebé por lo que había decidido quedarse unas semanas en la casa de su mamá para que tuviera los cuidados necesarios después de su parto.
Al no poder realizar muchos movimientos y mucho menos bajar o subir escaleras, su mamá le asignó el cuarto de la planta baja para su reposo.
Una ocasión, Erika se despertó pasada la media noche y de repente tuvo la extraña sensación de la subida del muerto. Segundos después escucho como su bebé empezó a llorar.
Una vez a mí se me subió el muerto… aunque la verdad no le puse ese nombre al principio porque no lo relacioné al fenómeno hasta tiempo después. Estaba acostada de lado en mi cama y creí, en mi inconsciencia que alguien me tenía agarrada desde atrás y no podía moverme ni girarme en la cama, incluso escuché la respiración en mi oído de ese «alguien» provocandome un terror sobre lo que esa presencia me pudiera hacer. Creo más bien que fue mi subconsciente quién se imaginó todo aquello en el estado entre la vigilia y el sueño en el que me encontraba.