El Fantasma de una Anciana

fantasma de una anciana
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Los fantasmas son espíritus de personas que han fallecido y quienes hayan tenido la desgracia de verlos, sabrán que regularmente es posible encontrarlos en los lugares que frecuentaban cuando estaban con vida. Tal es el caso del Fantasma de una Anciana, el cual sucedió en las calles de la Ciudad de México.

La siguiente anécdota fue compartida por Pedro, uno de nuestros suscriptores; quien nos comenta que esta experiencia sobrenatural con el Fantasma de una Anciana fue algo que le sucedió hace varios años a su padre Joaquín, mientras trabajaba en su taxi como un día cualquiera.

El Fantasma de una Anciana que viaja en taxi

Ese día era domingo por la mañana y aunque Don Joaquín solía tomar el domingo como un día de descanso y de convivencia con la familia, aquella vez decidió salir a trabajar temprano para ver que dinero extra ganaba pues se acercaban las celebraciones navideñas y bien sabia que los gastos en la casa en esas fechas incrementaban.

Don Joaquín salió de su casa sin tiempo de desayunar por lo que solo pudo darse unas cuantas vueltas entre las calles cercanas a su colonia buscando pasaje cuando sintió que su estómago le pedía algo de comer, así que en unas cuadras adelante vio un puesto de tamales y se detuvo a comprar uno con su atole.

Fantasma de una anciana

Mientras le pedía su tamal y atole a la señora del carrito, observo a una cuadra como una señora de edad avanzada iba caminando con paso lento y con ayuda de un bastón. Él sin prestar mucha atención a la señora, recibió sus alimentos y empezó a comérselos.

Apenas habían pasado algunos minutos y vio que la anciana con un gesto amable se acercaba a él, a la vez que le decía:

-Disculpe señor, ¿usted me puede llevar a la iglesia de San Judas Tadeo?

Don Joaquín sin saber bien el porqué de un extraño sentimiento que tuvo, le dijo que si a la señora, a pesar de que apenas había comenzado a desayunar.

Afortunadamente como era domingo por la mañana, no había tráfico en las calles, logrando que pudieran avanzar rápido y el recorrido fuera breve.

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Mientras avanzaban, el señor Joaquín a modo de romper el silencio incomodo le pregunto:

– ¿Y ya tan temprano va a misa?

A lo que el Fantasma de una Anciana se limitó a sonreír e indicarle con la cabeza un “si”. Después dijo:

-Es una manda que tengo que cumplir.

Si quieres saber que sucedió en esta historia del Fantasma de una Anciana, no dejes de ver el siguiente video.

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