Leyenda del Perro del Conquistador

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Durante la Conquista los españoles utilizaron algunos perros que fueron utilizados como armas mortales en las batallas contra los guerreros indígenas; así que los nativos comenzaron a llamar a cada uno como el Perro del Conquistador.  Los invasores los llevaban a las poblaciones donde habitaban los indios, y ahí desprevenidos, los animales atacaban no distinguiendo edad o sexo.

El perro del Conquistador

Cuenta la leyenda que, en una de esas jornadas sangrientas, una india no pudo huir, se quedo paralizada ante la presencia de uno de estos enormes perros. La mujer se quedo sentada en el suelo mientras el perro corría hacia ella, entonces la india le habló:

-Perro, perrito, perrito lindo

Acostumbrado al ataque y a la agresividad, el fiero animal detuvo su embestida homicida, quedándose perplejo y acercándose lentamente le mostró sus afilados colmillos; mientras que la joven permanecía sentada sobre la tierra del campo, viendo al animal con ternura y le decía:

-Perro, perrito, lindo perrito, no me comas, esta india te quiere. Lindo perrito escúchame.

Sus manos poco a poco se acercaron a la cara del animal, la india sintió pánico, pero supo ocultarlo; el perro percibió su amor con ternura y repentinamente se dejó acariciar.

Lejos de ahí, los españoles reían y la daban por muerta, mientras se entretenían con otros perros persiguiendo a los indios.

Por otro lado, la joven sin más armas que el poder de su impactante mirada y la dulzura del tono de su voz, mantenía tranquilo al Perro del conquistador que meneaba la cola lentamente.

-Perro, perrito, lindo perrito, no me comas, te quiero perrito.

Según cuentan, esa noche el animal desapareció sin dejar rastro, nadie lo encontró ya sea vivo o muerto; y así paulatinamente comenzaron a perderse más perros que eran utilizados por los españoles en la conquista para ser convertidos en perros indios.

A partir de ese momento, a los españoles les fue imposible atacar un poblado de manera sorpresiva, pues los perros ya no eran rivales para los indios.

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