Cuando somos niños nos invade el deseo de la aventura y explorar nuevas cosas o lugares; sin embargo, esto puedo volverse algo peligroso si no sabemos con que clase de objetos nos estamos encontrando; tal es el caso de una muñeca maldita que trae consigo la muerte a quien tiene la desdicha de encontrarla.
El ataque de la muñeca maldita
La siguiente historia se centra en dos jóvenes, Víctor de 13 años y Pablo de 14 años, quienes eran grandes amigos; pues desde la primaria hasta la secundaria siempre habían convivido y compartían sus ratos libres buscando nuevas aventuras en que entretenerse.
A mediados del mes de mayo, uno de sus profesores organizó una excursión hacia el estado de Puebla, en donde visitarían varios monumentos históricos y terminarían su día con un picnic cerca de un parque.
Al terminar su lunch, Víctor y Pablo caminaron por un sendero en busca de objetos perdidos y vieron a lo lejos lo que parecía ser una especie de cajita de madera, que se hallaba al costado de un frondoso árbol.
Pablo se acercó rápidamente al lugar y empezó a excavar creyendo que podría ser una especia de tesoro escondido; y al tener la caja entre sus manos, la abrió y cuál fue su sorpresa al ver una muñeca vieja de trapo con un aspecto desalineado y terrorífico.
La muñeca maldita llevaba un vestidito que alguna vez debió de ser blanco, su cabello estaba teñido de color rojo obscuro, sus ojos estaban chuecos y eran de un tono azul intenso; mientras que su boca y manos estaban manchadas de lo que parecía ser rastros de sangre seca.
Víctor se acercó a su amigo y al mirar a la muñeca maldita sintió un gran escalofrió, por lo que le aconsejó a su amigo que mejor la devolvieran a su cajita y regresarán con sus compañeros de clase, pues ya era hora de tomar al autobús.
Ambos acordaron no contarle a sus compañeros y maestro sobre la muñeca maldita que estaba enterrada en el parque, pues sospechaban que estaba poseída por algún ente maligno.
A la mañana siguiente la madre de Pablo llamó a la casa de Víctor para avisarle de una terrible noticia, Pablo había fallecido repentinamente y el doctor no encontraba alguna razón de tan extraño suceso.
Lleno de tristeza, Víctor no podía entender por que a su amigo le había pasado tan fatídico destino y por más que trataba, no encontraba una causa para su muerte. Así que, al pasar de los meses el alegre y aventurero joven se convirtió en alguien callado y solitario; por lo que sus padres y maestros se preocuparon bastante de él.
También te puede interesar El Campanario Maldito
Al no tener más amigos y no quererse relacionar con sus demás compañeros, Víctor encontró un nuevo pasatiempo, la lectura; por lo que todos los días al salir de la escuela se dirigía a la biblioteca y pasaba largas horas leyendo.
Cierta ocasión tuvo la inquietud de dirigirse a la sección de libros de esoterismo y ocultismo, ahí vio un libro que le llamó la atención pues hablaba de ritos y rituales. Al abrirlo vio entre sus páginas una imagen que le resultó bastante familiar, era una muñeca con vestido blanco, ojos azules y cabello color rojo intenso.
Víctor se asustó bastante pues era la misma muñeca maldita que encontró Pablo un día antes de morir y al leer la descripción que venia con la foto encontró que dicha muñeca servía para curar aquellas personas cuya enfermedad era incurable, por lo que debían hacer una muñeca idéntica a la del libro, vestirla con ropa blanca del enfermo y teñirle el cabello con algunas gotas de sangre; posteriormente debían enterrarla y la primera persona en hallar a la muñeca recibirá la enfermedad.
Con el cuerpo lleno de escalofríos, Víctor por fin pudo entender como murió su amigo.
Dejar una contestacion